Nació el día 12 de noviembre de 1843, hijo de padre barbero. Fue ordenado sacerdote en 1869 y su primer destino fue de coadjutor en Alberic. En 1869 pasó a València como capellán del Hospital Provincial, cargo que desarrolló hasta 1870, año en que marchó a Francia para ingresar en la Compañía de Jesús (en esos años desterrada de España por la Revolución de 1868). En 1874, y después del noviciado, se fue a Manila, donde fue destinado a las misiones de la isla de Mindanao, desde donde ejerció un activo apostolado durante 42 años. El amor por su tierra queda patente en el nombre que dio a los pueblos que fundó: Nieves —en honor a la Virgen de la Seo— Játiva, Novelé, Alcira, Gandía, etc. Su actividad en esos años fue incansable. La mejora del nivel cultural de las personas que se acogían a sus fundaciones fue constante a lo largo de su vida. Así, creó escuelas parroquiales, tomando parte activa en ellas y aprendiendo las diferentes lenguas autóctonas, a las cuales tradujo obras piadosas. Escribió abundante correspondencia, publicada en diez tomos: Cartas de los PP. de la compañía de Jesús de la Misión de Filipinas. En 2005, el Auntamiento de Xàtiva patrocinó la edición del libro Padre Urios S.J. (1843-1916). Misionero valenciano, filipino universal, con un estudio biográfico realizado por Vicent Ribes Iborra y el dietario Diario de Játiva, que recoge el duro día a día de los habitantes de la misión. Su muerte, acaecida el 27 de octubre de 1916, fue una auténtica manifestación de duelo. Las propias autoridades filipinas, a pesar del clima antiespañol propio de los años posteriores a la independencia, le concedieron el tíulo de “benefactor de Agusán”.