Nace el 22 de abril de 1761 en la plaza de San Miguel, en la casa que hoy lleva el número 15. Sus primeros estudios los realiza en Xàtiva. En València aprendió el arte del grabado con el maestro Monfort en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, donde fue en 1786 premio de honor. En 1791 formó parte de la Academia de San Fernando de Madrid. Posteriormente fue socio de mérito y secretario de la Sociedad Económica Matritense, y en 1811, grabador de la Imprenta Real. Muchas son las obras que realizó como grabador. Entre las referidas a Xàtiva debemos mencionar: el Altar Mayor de la Colegiata (1819), la Virgen de la Seo (1785), Nuestra Señora de la Consolación (1821) y la Vida y martirio de fr. Jacinto Castañeda (1796). De su obra como grabador debemos destacar también las portadas y láminas que ilustran las diferentes ediciones de sus libros; el alfabeto manual de sordomudos; retratos de gran cantidad de personajes españoles, conservados en la Sección de Estampas de la Biblioteca Nacional; láminas de la Arquitectura, de Palladio (1797); la Biblia, del padre Scío (1791); ilustraciones para la obra conmemorativa de la exaltación al trono de Carlos IV (1797), etc. Conocedor de la técnica de la escritura abreviada a través de la obra Stenografía, de Samuel Taylor, la adaptó a la gramática castellana. Así, en 1800 publicó Stenografía o Arte de escribir abreviado, y en 1803, su obra más importante, Tachigrafía castellana o Arte de escribir con tanta velocidad como se habla y con la misma claridad que la escritura común. En 1808 publicó Poligrafía o Arte de escribir en cifra de diferentes modos, y, en 1833, ya póstumamente, Taquigrafía de la música o Arte de escribirla sin usar del pentagrama. Es también autor de Compedio del año 1806 (1805) y Compedio del año 1807 (1806), consideradas las primeras agendas de bolsillo publicadas en España. Fue persona de gran erudición en lengua latina y conocimientos de inglés, italiano y francés. Sus inquietudes literarias lo llevaron a escribir algunas obras dramáticas como El día dos de mayo en Madrid (1813), La Constitución vindicada (1813), El mayor chasco de los afrancesados (1814), El hipócrita pancista (1820), etc., siendo de especial interés la primera de ellas por su valor documental, ya que fue testigo directo de los hechos. La capacidad de invención e ingenio de Martí tuvo también expresión en la mejora de la pluma-fuente o estilográfica, diseñada con el objeto de mejorar el sistema taquígrafo y conseguir mayor velocidad, invento que sería difundido en 1835 por los fabricantes ingleses Schaeffer y Parker. [img_assist|nid=114|title=|desc=|link=none|align=center|width=450|height=300] Los escritos y testimonios que conocemos de ellos nos muestran una persona polifacética y emprendedora; hombre de mediana estatura, más bien delgado, de mirada vivaz, inteligente, incansable en el trabajo y afable con los alumnos de su Escuela de Taquigrafía en Madrid. Con poca salud, marchó por prescripción médica a Lisboa para tomar los baños en Caldas de la Reina. El 8 de julio de 1827 murió en la capital lisboeta, donde se encuentran ilocalizados los restos de este setabense, grabador, escritor y fundador de la taquigrafía hispana. En su casa natal una lápida conmemorativa nos recuerda su memoria con estas palabras: EN ESTA CASA NACIÓ, EL DÍA 22 DE ABRIL DE 1761, EL ILUSTRE PATRICIO D. FRANCISCO DE P. MARTÍ Y MORA, INVENTOR DE LA TA- QUIGRAFÍA ESPAÑOLA Y DE LA PLUMA ESTI- LOGRÁFICA. SUS DISCÍPULOS, EN PRUEBA DE RECONO- CIMIENTO Y VENERACIÓN, AL CUMPLIRSE EL PRIMER CENTENARIO DE SU FALLECIMIENTO. 8 DE JULIO DE 1927