Inició su carrera empresarial desde abajo, como botones del Círculo Mercantil. Durante su servicio militar en Madrid contactó con el capitán Ezequiel Selgas, miembro de una familia influyente y adinerada que tenía en Xàtiva varios negocios y una residencia ajardinada que conocemos como “el Palasiet”. Francisco llegaría a convertirse en el chófer de doña María Marín de Selgas, la madre del capitán Ezequiel, que residía en el Palasiet. La confianza de la familia Selgas en su empleado permitió que Francisco Gozalbes llegara a convertirse en el representante al frente de sus negocios en la ciudad, como por ejemplo el Hotel Españoleto y el Garaje Alameda. Precisamente estos edificios se encuentran en la Avenida de Selgas, situada en la Alameda, entre la Fuente del León y la plaza de Toros. Al amparo de los Selgas, Francisco pudo formar su propia fortuna personal y realizó en varias ocasiones gestos de mecenazgo en la ciudad. Así, contribuyó en la construcción del parque de Selgas-Marín y prácticamente financió la mitad del colegio público Gozalbes – Vera. Las obras del primer colegio se llevaron a cabo durante 1963-1964; pero el benefactor no llegaría a asistir a la inauguración porque murió aquel año. El centro escolar lleva su apellido y el de la mujer, Milagros Vera. La calle peatonal situada junto al colegio y que conecta el jardín Selgas con la calle del Académico Maravall también recibe el nombre de Francisco Gozalbes en homenaje a su nombre.