El linaje de los Despuig fue uno de los más importantes de Xàtiva en esa época junto con el Borja y Bellvís. Al menos, desde mediados del siglo XIV está documentada su presencia en la ciudad, donde ocuparon durante el siglo XV casi todos los cargos municipales, fundamentalmente el de batle. Ausiàs Despuig fue hijo de Bernat Despuig, batle de Xàtiva (1452-1462) y sobrino de Lluís Despuig, maestre de la Orden de Montesa (1453-1482) y virrey de Valencia. Estudió en la Universitad de Bolonia, igual que Roderic de Borja y Lluís Joan del Milà i Borja. Mantuvo estrechas relaciones con la corte napolitana del rey Alfons el Magnànim y con Alfons de Borja, futuro papa Calixto III. En 1458, a los 35 años, fue nombrado arzobispo de Monreale, en Sicilia. En 1462 actuó como testigo, en Madrid, en la concordia entre les coronas de Aragón y Castilla. En 1473, el papa Sixto IV lo nombró cardenal del título de Santa Sabina y lo envió como legado papal ante el emperador Federico III de Alemania y la Dieta de Frankfurt. Fue gobernador de Roma y, hasta su muerte, uno de los colaboradores más íntimos de Roderic de Borja, vicecanciller de la Iglesia, y, años más tarde, papa Alejandro VI. Murió en 1483, a la edad de 60 años. Sus restos mortales reposan en la Basílica de Santa Sabina de Roma, en la pared lateral de la nave izquierda, junto al presbiterio, en un elegante y sencillo sepulcro de mármol blanco, con una inscripción que comienza con las palabras: “A Ausiàs, el valenciano, el setabense, cardenal de Monreale, de la noble familia de los Despuig, de santa vida…”.